Una prueba de provocación utilizada para reproducir los síntomas del síndrome de la salida torácica. Ambos hombros se colocan en abducción y se rotan externamente en ángulos de 90°, con los codos flexionados a 90°, mientras el paciente repetidamente hace un puño y luego relaja la mano. Se considera positiva si hay una sensación de pesadez o fatiga en la extremidad afectada.