Una prueba utilizada para evaluar la integridad del tendón del bíceps distal. Con el codo del paciente entre 60 y 80 grados de flexión y el antebrazo en pronación, el médico aprieta el vientre del bíceps. Se considera positivo (lo que indica una ruptura del tendón del bíceps distal) si no hay supinación resultante del antebrazo o la muñeca del paciente.