Un estudio diagnóstico utilizado para probar la perfusión coronaria y la isquemia miocárdica inducible. Se utiliza ejercicio gradual para inducir un desequilibrio entre la demanda y el suministro de oxígeno. A continuación se obtiene un ecocardiograma, una exploración de perfusión miocárdica (por ejemplo, SPECT, PET) o una resonancia magnética cardíaca para evaluar la isquemia.