Una prueba de provocación bronquial que se puede utilizar para diagnosticar la broncoconstricción inducida por el ejercicio (BIE), aunque no está disponible en muchos entornos. El paciente hiperventila una mezcla de gas seco y frío que contiene un 5% de CO2 durante 6 minutos, con una espirometría realizada antes y después de la prueba. Una disminución en el FEV1 del 10% o más es consistente con BIE.