Una dieta que comprende al menos 20-30 g de fibra al día. Una dieta alta en fibra puede ser recomendada para el manejo de varias condiciones gastroenterológicas (por ejemplo, estreñimiento, hemorroides, síndrome del intestino irritable) y puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Los alimentos que son ricos en fibra incluyen vegetales (por ejemplo, brócoli, guisantes), frutas (por ejemplo, bayas, manzanas), legumbres (por ejemplo, lentejas, frijoles negros) y cereales (por ejemplo, avena, pan integral).